Esta es del pinche Macs aka Maximino aka Max. En la pasada temporada de lluvias, un día fui a la casa de mi mejor amigo aka el gordo aka mi compadre. No se nos da hacernos pendejos, tirar la hueva y echar uno que otro drink, es ingeniero químico, hace unas mezclas bien chidas, el exacto de vodka y su bebida cítrica. Este cabrón es fotógrafo y tiene su estudio en la parte superior de su jaula y ps el lugar se presta chido pa’ hacerse wuey todo el tiempo. Un día andábamos por ahí con la lluvia y ese pedo cuando salimos a la calle, creo que indirectamente quería echarme de su casa porque me acompaño al microbús, y a las 10 pm en Neza digamos q no me pongo rejego. Todavía caía una leve agüita cuando esperando el citado transporte abajo de la marquesina de una farmacia y que se nos acerca un pinche perro, así, de hola ya llegue y ps’ como sabrán esas madrolas me pasan a gustar un chingo, no tarde en hacerle ademanes, y además de que sentí gacho que estaba escurriendo y ponía cara de Remi pues mas me acongojó, algo le dije como “pinche perrito” y ps’ que pasa el microbio y me largo. Al otro día tuve que regresar por que creo se me olvido algo y cuando entre lo primero que me dijo el jefe de mi valedor fue “ese cabrón anoche metió un perro y lo tiene allá arriba” con tono de “pinche hijo levantaperros que tengo”... Ya entrando al estudio que veo al pinche perro callejero mojado y asustado que había visto la noche anterior, con su plato de agua y croquetas y todo el pedo, cobijita, periodico. Ya bien instalado el desgraciado perro pendejo. “Ah pus’ cámara” fue lo primero que le dije, e inmediatamente inicie las labores de consentimiento caninas, primero como que no sabia que pedo, todavía andaba medio asustado pero no tardo mucho en dar la patita a torcer. Y pues asi entro el pinche Macs a nuestras güevonas convivencias. Ese wuey vive arriba en el estudio porque abajo esta la primogénita canina de la familia y como que no se quieren, además así evitan que en una de esas se pierdan el asco y... Le dije a este cabrón si se lo había traído a lo que me dijo que no, que lo siguió y que le dio lastima y le saco unas croquetas a la calle, y que pues ya no se fue. ¡A que chingón! Que suerte tienen los que no se bañan. Y es que en mejor lugar no pudo haber caído. Mi compa lo cuida mucho, le salió en un varote llevarlo al veterinario porque de la mojada casi se muere porque ya traía no se que madre de enfermedad. La cosa es que ya se lo agencio y ahora es fiel guardián de su negocio y a eso agreguen que es un perro bien cagado, mansito mansito pero es bien tosco, su cariño lo demuestra a madrazos (en eso nos parecemos y por eso me cae a toda madre), se te avienta como luchador, te echa la lamina cada que puede y te da sendos chicotazos con su peluda cola. Me da la impresión de que a este wuey lo echaron a la calle por que ya no soportaban sus desmadres. Y es que si te ve sentado no te deja de chingar hasta que le sueltas dos pinches gritotes. Es muy cariñoso el desgraciado y francamente ya me encariñe, y eso que solo lo veo cada quince días. Es muy mañoso el ojete, aguas de que agarre algo porque no para hasta hacerlo cachitos, ya me desmadro una gorra, la deje por ahí y cuando vi quedo como trapeador, también un día deje el teléfono y el desgraciado quien sabe como lo agarro hasta que vi que traía colgando del hocico un pendiente gris igual al que uso en mi cel, ¡en la madre! el pinche perro traía mi fon en su hocicote, afortunadamente no lo desmadro que si no el dueño hubiera sufrido una baja en los elementos de su familia. Total que pinche perro es chido, pero me debe una gorra. Tiene unas pinches orejotas con las que se me hace que me va a pagar para hacerme una como de cazador.
miércoles, octubre 17, 2007
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